María Mínguez Barbero, Vocal Investigación e Innovación AMECE.
María Mínguez, enfermera escolar en un colegio madrileño, lleva años siendo testigo silenciosa de un fenómeno que rara vez comienza con un grito, pero siempre deja huella: el acoso escolar. «La enfermería es el ojo que todo lo ve», dice, con la tranquilidad de quien ha aprendido a reconocer los signos del sufrimiento antes de que alguien los verbalice. Son conscientes de ocupar una posición en primera línea de la red de cuidadores de los niños a lo largo de su proceso de educación. «Los profesores cambian cada año, pero la enfermera es estable. Si un alumno tiene un problema, sabe que puede venir a mí».